sábado, 5 de enero de 2013

38. “Happy Birthday to…” “Oh, shut up, Sam!”

Maratón PT. 5
Zoé's POV

El cuerpo humano es completamente maravilloso ¿Por qué? Por varias cosas como la forma en que cicatriza una herida o como, justo ahora, el mío no se quería ni mover por el simple hecho de saber qué fecha era.
El propósito de haber visitado ayer el punto de origen era para poder dejar ir el pasado, poder superar la perdida de mi familia y continuar con el curso de mi vida pero ahora eso era un tanto difícil de olvidar pues era como si un enorme peso cayera directamente sobre mis hombros evitando que me levantara de mi mullida y cómoda cama.
- Buenos días, cumpleañera.
- Cállate, Samantha. - Le lance una almohada al rostro que la tumbo de mi cama pues estaba brincando sobre ella, tal como Leonardo lo había hecho el año pasado. Soltó unas risas y se puso de pie, después se encamino hacia su baño pero la detuve antes de que cerrara la puerta. - Por favor, no le digas a los chicos. - Sus ojos se abrieron como platos y su semblante cambio por uno que fue indescifrable aunque al cabo de unos segundos regreso a ser el mismo de siempre.
- ¿Por qué?
- No quiero que sepan.
- Voy a ducharme. - Dijo para después encerrarse en su baño. Me estire por unos cuantos segundos y decidí incorpórame. Me acerque al ventanal y deje que los rayos del sol calentaran un poco la piel desnuda de mis brazos. Podía decir que eran pasadas las diez de la mañana por la posición en la que se encontraba en Sol. La vista que teníamos desde aquí era increíble pues era directo al mar. Tendí ambas camas para después sacar una muda de ropa de mi maleta. Entre a mi baño y tome una ducha demasiado rápida esta ocasión. Me puse unos shorts básicos de mezclilla con un top tank blanco que tenía un estampado casi en su totalidad negro de las ramas de un árbol seco pero habían unas cuantas hojas de color verde fosforescente que combinaban convenientemente con los cordones de los vans que calzaría hoy que también eran negros pero los cordones y la suela eran del mismo tono. Mi cuello fue adornado por un hermoso collar que tenía como colgante un atrapa-sueños con plumas blancas, parecido al que use en el cumpleaños de Tom solo este era de un color oro viejo. Me observe en el espejo por unos segundos y sentía que me estaba arreglando demasiado pues estuve a punto de ponerme unos arillos del mismo tono del collar pero al final decidí guardarlos nuevamente.
Hoy NO es un día especial, es normal, no pienses de más. Arréglate como normalmente lo haces.
Me recordé.
Mis ojos no llevarían rímel, solo una línea de delineador en el parpado superior que fue de un tamaño medio entre lo grueso y lo delgado que logro resaltar un poco más el color de mis ojos. Mi cabello se acomodó como usualmente lo hacía; ondas sin cierta definición, alborotados y en distintas direcciones pero creo que ese es su encanto.
Cepille mis dientes sin saber realmente por qué pues no había ni siquiera tomado el desayuno pero ya lo había hecho. Un último vistazo y note aquel par de ojeras debajo de mis ojos pero fuera de eso todo se veía bien, estaba en un punto medio casual y no demasiado pensado.
Salí del cuarto de baño topándome sorpresivamente con que Sam no había salido aun.
- Te tardas demasiado. - Dije después de dar un par de golpecitos en su puerta.
- Ya casi estoy lista.
- Muero de hambre, iré a la cocina. - Ya tenía mi mano en la perilla de la puerta que conectaba a la habitación con el pasillo que me llevaría a la cocina pero Sam me detuvo antes de que pudiera girarla completamente y salir.
- ¡Espera! En cinco minutos estaré lista.
- Bien, te esperare en la cocina junto con los chicos.
- No lo hagas… - Demasiado tarde, había abierto la puerta y cuando encare el pasillo no lo encontré vacio: Los chicos se hallaban ahí con un pequeño muffin de chispas de chocolate con una vela en la parte superior mientras cantaban “happy birthday to you” pero los silencie antes de que pudieran terminar.
- Gracias, todo un detalle pero… Uhmm… ¡Sam! - Gire directamente hacia ella y ya ni siquiera me importaba que los chicos observaran lo que seguramente iba a suceder justamente ahora. Ella se acercó a mí dado leve trompicones pues se estaba calzando los converse que usaría hoy.
- Lo siento pero ellos sabían de tu cumpleaños desde el aeropuerto.
- Porque tú les dijiste.
- No creí que te importara tanto.
- Oh ¿Enserio creíste eso?
- Oh, vamos ¡Tienes que superarlo! ¿No era ese el propósito de tu excursión ayer?
- Cierto, discúlpame por no tener el espíritu festivo de celebrar mi cumpleaños. - Golpee mi frente con la palma de mi mano derecha. - Por dios ¿En que estaba pensando? - Dije con la voz pintada de sarcasmo. - Vamos, celebremos todos mi cumpleaños y el primer aniversario luctuoso de mi familia ¿Por qué no?
- No me refiero a eso y lo sabes.
- Ah ¿No? Entonces no tengo idea de a lo que te estas refiriendo.
- Estas actuando de una manera tan estúpida. - Torció los ojos en mi dirección y eso logro sacarme de mis casillas, era mi mejor amiga desde siempre pero justo ahora quería matarla. - Escucha, ellos son tus amigos ¿No? - Los señalo y ellos tenían todos el mismo semblante de no saber qué hacer, si quedarse o correr. - Ellos fueron los que planearon traerte ese pastelillo, ellos llevan media hora esperando detrás de la puerta a que salgamos y así poder felicitarte.
- Tienes razón, lo siento tanto chicos. Sam ¿Por qué no me esperas con ellos mientras arreglo algo? - Sam ingenuamente camino hacia la puerta con una sonrisa y cuando estuvo en el umbral de la misma volteo a verme y yo la cerré descortésmente en su cara. Deje caer mi peso contra la puerta y lentamente me fui resbalando contra la misma hasta quedar sentada en el suelo.
- Soy una idiota. - Murmure después de soltar un suspiro, entonces algo que no esperaba sucedió: Alguien comenzó a empujar la puerta y para mi mala suerte el suelo era de madera haciendo que resbalara a voluntad de quien abría la puerta y mis vans no ayudaron mucho a frenar esto.
- Oh, sí que lo eres. - La voz de mi mejor amiga sonó detrás de la puerta, Harry entro y pude leer sus intenciones. Quise ponerme de pie rápidamente pero solo lograba resbalar- Harry me tomo por la cintura y me cargo cual costal de papas y me saco de la habitación. Supe que era inútil pelear para librarme pues él era todo músculos y yo, bueno, era yo.
- ¿No te da cierto sentimiento de deja-vú? - Susurro Dougie mientras caminaba inclinado para igualar la altura de mi cabeza.
- Cállate, idiota. - Ambos soltamos una risa. - Si, esto ya me había pasado.
- Me debes una, Zoé. - Dijo Sam mientras caminaba justo al lado de Dougie, jugaba constantemente con mis Ray-Ban, los hacia girar de una de las patillas. - Cerrarme la puerta en la cara, eso fue descortés y te la voy a cobrar.
- ¿No lo estás haciendo justo ahora?
- Quisieras que así fuera. - Chasqueo su lengua varias veces. - Es como si no me conocieras.
- Dejando eso de lado ¿A dónde planean llevarme? - Repentinamente todos se detuvieron ante mi pregunta, Harry giro y me quede viendo hacia el pasillo y los escalones que estuvimos a punto de bajar. - ¿Y bien? - Insistí.
- No creí que llegaríamos tan lejos como para sacarla de la habitación. - Contesto Sam. - ¿Qué más da? Subamos al auto y en el camino se nos ocurrirá algo. - Harry volvió a girar y comenzó a caminar hacia al auto, Dougie se nivelo nuevamente a la altura de mi cabeza y volvió a susurrar.
- Justo ahora se te está subiendo la sangre a la cabeza y comienzas a sentirte mareada. - No había atisbo de pregunta en sus palabras. Asentí un par de veces mientras cubría mis ojos con ambas manos. - Hey, Harry, se está sintiendo mal.
- Ya casi llegamos.
- No creo durar tanto. - Dougie rio por lo bajo.
- Exactamente las mismas palabras, eres tan predecible.
- Y tú llegas a ser demasiado idiota.
- Deja de llamarme así.
- No quiero, idiota.
- Descarga tu furia conmigo, para eso sirvo.
- Esencialmente. - Entonces deje de ser un costal de papas y me sentaron en el último asiento de la camioneta, escondí mi rostro entre las rodillas mientras sentía como el asiento continuo al mío se hundía gracias a que alguien tomo asiento ahí.
- Ahora es cuando me golpeas en el brazo y me dices “eres un idiota”. - Indudablemente era Dougie quien estaba a mi lado, reí por su comentario. Entonces tomo mis muñecas con una sola mano.
- ¿Por qué haces esto?
- ¿Hacer qué? - Dijo inocentemente.
- Esto. - Levante los brazos y sacudí las muñecas.
- Oh, eso. Es para que no escapes.
- Oh, rayos. Frustraste mis planes de escapar de un auto en movimiento. - Dije sarcásticamente lo que nos provocó una risa a ambos. - Puedes soltarme, no planeo brincar ni nada por el estilo. - En eso había un implícito “y cada que me tocas me haces sentir nerviosa”.
- Entendido. - Me soltó pero fue por milésimas de segundo pues una de sus manos tomo otra mía y entrelazo nuestros dedos para después comenzar a juguetear con ellos. Esto ya era algo demasiado frecuente, no me quejaba, pero ahora cada que tiene la oportunidad Dougie me toca de alguna manera: Pone su brazo alrededor de mi cintura, entrelaza nuestras manos, acaricia mi cabello o juguetea con el mismo y ahora ya no le preocupa si los demás nos ven o no, solo lo hace.
- Creo que esto no es correcto, Dougie. - Me zafe de su agarre por unos segundos pero volvió a tomar mi mano.
- Lo bueno es que eso ya no me importa. - Agradecía que me siguiera la corriente y usara susurros, aunque todos estaban demasiado sumidos en sus conversaciones no quería que escucharan esto.
- ¿Por qué llegas a ser tan imprudente?
- Es la naturaleza del hombre ser así.
- La mayoría suele ser más consciente.
- Soy la excepción a la regla. - Se hundió de hombros mientras yo solo exhalaba ruidosamente. - Me gustaría tanto que tú te dieras cuenta del porque hago esta clase de cosas. - Él no había clavado su vista en mis ojos ni una sola vez desde que subimos al auto hasta ahora, volteo a verme y podía notar como sus ojos me rogaban que me diera cuenta de ese “algo”, de ese “porque”.
Tuve que desviar la mirada y clavarla en algún punto detrás de las ventanillas provocando que Dougie soltara mi mano, nuevamente sentí aquel frio que denotaba su ausencia.
- Creo que lo empiezo a entender. - Murmure quedamente mientras entrelazaba mis propias manos con fuerza.
- Eso es bueno. - Deshizo el nudo que forme tomando una de mis manos nuevamente.
Dejamos cualquier clase de conversación de lado y el resto de camino transcurrió en silencio entre nosotros dos mientras el resto parloteaba incesablemente. Nos detuvimos después de diez minutos y nos encontramos en una plaza que estaba muy cerca del mar. La plaza era llamada “Plaza la Isla” que tenía como característica que se encontraba en una laguna y aparte tenía la arquitectura de una Villa. También tenía un acuario famoso por ser interactivo y permitir varias actividades. Sam dejo el auto estacionado en la parte subterránea y subimos por el elevador.
- ¿Qué quieres comer, cumpleañera? - Pregunto Sam.
- No tengo ni la menor idea. - Me coloque los lentes del Sol cuando salimos del elevador. Recorrimos una parte de la plaza y encontramos un restaurante que se veía atractivo. Nos dieron una mesa y ordenamos nuestro desayuno-almuerzo y mientras llegaba Sam hablaba de que podríamos hacer en lo que llegaba la noche.
- ¿Vamos a hacer algo en la noche?
- Sí e invitare a Ricardo.
- ¿Por qué?
- Mientras más mejor ¿Tienes el número que te dio su hermana?
- Lo guarde en mi celular.
- ¿Y dónde está?
- Se quedó en mi cama cuando me sacaron de la habitación.
- Duh. Le llamare más tarde, en ese caso. - Sam se hundió de hombros y me quede intrigada sobre el lugar al que iríamos esta noche pero decidí no meterme más pues sabía perfectamente que Sam jamás me diría.
Después de que comimos pasamos un rato más en la plaza y después salimos de la misma para caminar un rato por la costa mientras mirábamos un mapa de turistas que una repartidora nos entregó y nos llamó mucho la atención tomar un Ferri para dar un viaje de ida y vuelta a Isla Mujeres donde fuimos a visitar El Meco, sitio arqueología maya. Pasamos así el resto del día en Isla Mujeres y tomamos el ferri de regreso de las cuatro y media para después comer algo en el Señor Frogs acompañados de unas cuantas bebidas. Sam había les había dicho a los meseros que era mi cumpleaños y me llevaron un Molten Brownie que era una bola de helado de vainilla con crema batida, cuatro brownies formando una columna y una cereza, venía con una bengala. También me cantaron las mañanitas y me lanzaron un pastel de espuma falsa en la cara. En realidad, me la estaba pasando increíble hasta que llegó el momento de ir a la casa y prepararnos para sea cual fuese el plan de Sam para esta noche. Llegamos a la casa pasadas las ocho y cada quien fue a su habitación. Yo me desvié un poco hacia la cocina para tomar un poco de agua y cuando llegue a mi cuarto me sorprendí con lo que encontré sobre mi cama.
- Es para que lo uses esta noche pero antes date una ducha. - Hice lo que me pidió y cuando salí me puse el increíble conjunto que ella había escogido para mí: pantalones pitillo imitación cuero negro, una blusa strapless color carmín que se fruncía un poco del lado izquierdo dejando a la vista una parte de mi abdomen y unas zapatillas negras que tenían estoperoles en toda la parte superior.
- Como he amado estas zapatillas. - Dije después de calzármelas y observarme en el espejo.
- Las escogí especialmente para ti.
- Mil gracias, enserio, me encantaron.
- Me alegra escuchar eso pero sé que amaras más esto. - Saco una bolsa de papel de su armario que tenía un logo que no logre identificar. - Anda, ábrelo. - Tome la bolsa y saque lo que había dentro.
- No puede ser. - Observe aquella hermosa chaqueta de terciopelo negro, no tenía cierre sino que botones y era de estilo militar, tipo las que usa ocasionalmente Gerard Way en sus conciertos. - Es… fantástica. - Me la puse abotonando solamente tres de cinco botones dejando los de arriba sueltos. Me observe nuevamente al espejo mientras me colocaba los aretes, el anillo y el brazalete que venían incluidos. Todos eran del mismo tono dorado y tenían los mismos detalles aztecas marcados con negro. Amaba este conjunto, se ajustaba perfectamente a mí y era mi estilo, era simplemente estupendo. Mi maquillaje y peinado corrieron por mi cuenta; delineador negro en ambos parpados con un poco de sombra negra y algunas capas de rímel, use un poco de blush en las mejillas pero era casi imperceptible pero ciertamente les agregaba un poco de color. Los labios fueron resaltados con brillo transparente. Mi peinado consto de marcar más las ondas con las tenazas, dejar que todo cayera del lado izquierdo mientras que en lado derecho coloque unos cuantos pasadores para evitar que algún mechón se escapara por ese lado. Me quede distraída en el reflejo frente a mí, sinceramente, no parecía yo y no sabía si era bueno o malo. Un flash me saco del hilo de mis pensamientos, Sam había tomado mi cámara y ahora me estaba tomando demasiadas fotografías para mi gusto.
- Detén eso.
- Dame una buena foto y lo haré.- Enarque una ceja y ella se hundió de hombros.
- Este bien. - Coloque una mano en mi cadera mientras la otra la dejaba colgada, sonreí abiertamente lo más sincera que pude y el ultimo flash de esta improvisada sesión me cejo.
- ¡Perfecta! Si no funciona tu carrera como fotógrafa deberías tratar como modelo.
- Y tú deberías moderar tus palabras de vez en cuando. - Tome mi cámara de entre sus manos y observe la pantalla de previsualización con mi fotografía ahí, era cierto, no había salido nada mal. - Es tu turno. - Le dije con una sonrisa
- Si el público lo aclama, está bien. - Sam estaba vestida con unos leggings entre negros y grises, un top tank blanco debajo de una hermoso suéter color azul marino que dejaba a la vista uno de sus hombros. Uso unos botines con tacones un poco más bajos que los míos y eran del mismo color del suéter al igual que de su bolso. Sus accesorios fueron unos aretes compuestos por varias cadenas de diferentes alturas que formaban un triángulo invertido y su collar era similar solo que tenía algunos colgantes un poco más largos en forma de pico. El cabello de Sam era naturalmente lacio y muy pocas veces se lo había visto esponjado. Ahora lo traía recogido en una coleta casual de la cual salían algunos mechones de cabello pero no se veían para nada mal. Sam también tenía un flequillo pero este le cubría la totalidad de la frente. Se veía fantástica para ser honesta. Le tome un par de fotos sin tenerle que pedir que posara, cuando tenía que hacer alguna clase de práctica para la escuela ella siempre me ayudaba siendo mi modelo y de hecho, tenía unas fotos excelentes de ella pero lastimeramente se perdieron en el incendio. ­
­- Quisiera tanto recuperar todas las fotografías y videos que tenía en mi computadora. - Dije con la vista fija en mi cámara.
- Teníamos buenas cosas ahí aunque no está todo perdido.
- ¿De qué hablas?
- Antes de que llegaras busque un poco entre mis cosas y encontré una caja donde había un disco duro que tú me habías prestado hace mucho, en ese mismo disco había un respaldo de tu computadora.
- ¿¡Enserio!? - Asintió con una sonrisa. - ¿De cuándo?
- La carpeta que vi decía que era de Enero del 2010.
- Eso es casi todo lo que tenía.
- Olvide entregártelo, pero te lo daré la próxima vez que te vea.
- Finales de Julio, en Londres. - Soltamos unas risas.
- Ya veremos.
- Oh, no señorita. Nada de “ya veremos” - Marque las comillas en el aire. - Quedamos en algo y lo vas a cumplir.
- Solo bromeo, por cierto, toma. - Me dio mi celular y la vi extrañada. - Te dije que llamaría a Ricardo.
- Oh, cierto ¿Irá?
- Sip, dice que ya está en camino.
- ¿A dónde iremos, por cierto?
- Quiero que sea una sorpresa ¿Estas lista? - Asentí después de que me colgué el bolso al hombro, también era negro. Sam y yo salimos de la habitación. Nuestros pasos resonaban por todo el pasillo gracias a las zapatillas. Cuando llegamos a las escaleras ambas tuvimos que sostenernos del barandal para evitar caer. Una vez en la cocina, busque a los chicos pero no lo hallaba en ningún lugar.
- Nos están esperando afuera. - Sam tomo las llaves de la camioneta de la mesada y yo la seguí a paso lento, ahora me sentía nerviosa. Mi vista estaba clavada en el piso mientras caminaba y cuando la levante me di cuenta de que yo era la única que faltaba por salir y cuando lo hice solo me importo su reacción.
- Te ves increíble. - Dijo él antes que nadie. Sonreí por su cumplido y pude sentir las miradas del resto sobre nosotros.
- Bien, hora de irnos. - Subimos a la camioneta y esta vez me fue en la parte delantera junto con Sam. Ella tomo una ruta que identifique de inmediato pero no estuve segura hasta que dimos vuelta en aquella intersección tan familiar.
- No puede ser, vamos a.
- Captain's Cove. - Dijimos ambas al mismo tiempo.
- ¿Qué es eso?
- Es un karaoke-bar que solíamos visitar cada que veníamos aquí, desde pequeñas.
Llegamos a aquel familiar karaoke-bar en cuarenta minutos, ese lugar mis abría sus puertas a mi familia, a la de Sam y a nosotras cada año desde hace más de diez años y ahora hemos regresado después de no haberlo hecho en mucho tiempo.
- Oh, dios. Sigue oliendo a... - Empezó a decir Sam.
- Alcohol y cigarros. - Complete yo.
- Exacto. - Los chicos nos seguían de cerca mientras observaban el lugar que era simplemente exquisito. Tenía un escenario con instrumentos como un piano de cola, una batería, dos guitarras, un bajo, un teclado entre otros pues esté karaoke tenía esa característica de que sí querías cantar y sabías tocar algún instrumento podías pasar y hacerlo pero si sólo querías cantar había una pantalla donde venía la letra de la canción y la música la ponía el anfitrión y dueño de este lugar; Max.
Max tenía treinta y cinco años y este lugar había sido algo así como un regalo de sus padres, nosotras lo conocimos desde la primera vez que vinimos, cuando el tenía veinticinco y nosotras doce, se volvió buen amigo de mis padres y sobretodo de mi hermano. Cuando nosotras cumplimos dieciséis nos dio trabajo durante los veranos desde entonces y también dejo a mi banda y a la de mi hermano tocar aquí un par de veces. Max era simplemente increíble, sabía de absolutamente todo lo que le preguntaras pero su tema de especialidad era la música, por eso nos entendíamos tan bien.
- Miren a quien tenemos aquí. - Hablando del rey de Roma.
- ¡Max! - Saludamos ambas entusiasmadas y no dudamos en ir y darle un abrazo.
- Vaya que están grandecitas ¿Hace cuánto que no las veo? ¿Dos, tres años?
- Dos años aunque en ti parecen dos siglos ¿No te sienta bien el tiempo? - Dije con una risita.
- Tan bromista como siempre, Zoé. - Soltamos una carcajada. - ¿Y bien? ¿Me presentarán a sus acompañantes?
- Oh, claro. - Voltee a ver a los chicos que ahora estaban a unos seis pasos de distancia y les hice una seña con la mano para que se acercaran. - Ellos son...
- Tom Fletcher, Danny Jones, Harry Judd y este debe de ser Dougie Poynter. - Conforme Max los mencionaba estiraba una mano y ellos la apretujaban con una suya. Me quede viéndolo confundida.
- ¿Cómo... - Ahora hablábamos en inglés, algo que era un requisito indispensable para Max pues su bar era continuamente visitado por turistas.
- No parabas de hablar de ellos cuando eras más joven. - Sentí el rubor inmediato. - Y más de...
- Bueno ¿Nos ofrecerás una mesa? - Lo interrumpí bruscamente mientras Sam soltaba otra risa, ella sabía que Max estuvo a punto de señalar a Dougie. El lugar estaba completamente lleno pero tuvimos suerte de encontrar una mesa lo suficientemente amplia para que nosotros nos sentáramos.
- ¿Van a participar? - Pregunto Max antes de marcharse.
- ¿En qué?
- Hoy tenemos un concurso de karaoke, quien sea elegido en primer lugar no pagará nada de lo que consuma ni sus compañeros.
- Sueña atractivo ¿Participan, chicos? - Les pregunto Sam.
- Oh, tiene que ser individual y, lo lamento, no pueden participar profesionales. - Los chicos se encogieron de hombros.
- Nosotros no podemos participar pero hay alguien de nosotros que seguro ganara. - Empezó a decir Danny mientras rodeaba mis hombros con su brazo izquierdo, después, el resto de los chicos y Sam, inclusive Max voltearon a ver con cierta picardía en el rostro.
- Oh, no. No, no, no, no, no. - Intente soltarme de Danny pero fue un intento fallido.
- Ella lo hará con… - Dijo Sam y después le susurro algo al oído a Max quien se sorprendía.
- ¿Enserio? - Sam asintió a la pregunta de Max - ¿Ella puede hacer eso? - Remarco la palabra “eso” con gran incredulidad.
- Y no tienes idea de lo bien que le sale.
- Estoy un poco escéptico.
- No lo estarás después de escucharla.
- Ya lo veremos.
- ¿Quieres apostar? - Sam reto a Max enarcando una ceja en su dirección.
- Suena interesante ¿Qué quieres perder?
- ¿Qué que quiero ganar? ¿Eso fue lo que dijiste?
- ¿Qué me estoy perdiendo? - Dije después de perder completamente el hilo de la conversación.
- Luego hablamos de que voy a ganar, Max pero inscríbela con esa canción ¿Ok?
- Si tú lo dices. - Al final Max no tuvo de otra más que rendirse ante Sam y su increíble poder de convencimiento.
- Yo no quiero participar, Sam.
- ¿Recuerdas lo que hiciste esta mañana? ¿Actuar estúpidamente y cerrarme la puerta en la cara? - Asentí cansinamente con el ceño fruncido. - Así te voy a cobrar. - Solté aire con los labios pegados y asentí nuevamente. - Buena chica. - Acaricio mi cabello como si fuera un perro, tome su muñeca y mordí una parte de la misma. - No vuelva a hacer eso.
- Lo mismo digo para ti. - Nos sonreímos falsamente por unos minutos pero después las genuinas risas salieron a la luz.
- Disfruten la noche, nos vemos más tarde. Espero con ansias ver tu actuación, Zoé. - Max me lanzo un guiño y le sonreí ruborizada más por recordar que tendría que participar enfrente de todas estas personas. Se marchó y a los segundos ya había desaparecido en la multitud. Mi celular sonó inesperadamente, observe la pantalla y vi que era Ricardo quien llamaba.
- Hola, Ricardo ¿Ya llegaste?
- Sí, estoy justo en la entrada. - Gire en mi asiento y justamente lo encontré ahí.
- Ya te vi, estamos a… - Conté las mesas que nos separaban de la puerta. - Cinco mesas de la entrada a la derecha. - Después de un minuto de que buscara, nos encontró. Lo salude con un gesto de la mano y ambos colgamos. Llego a la mesa y lo salude con un abrazo, su apariencia había cambiado en una medida mínima. Ahora arreglaba su cabello con un poco de gel, o eso quiero suponer. Había una sombra de barba en su rostro, barba de no haberse afeitarse en unos cuantos días.
- Feliz cumpleaños. - Dijo cuándo me soltó del abrazo.
- Todavía lo recuerdas ¿huh?
- Es difícil olvidar el cumpleaños de mi compañera de equipo ¿sabes? - Tomo asiento y le presente al resto de los chicos, pedimos una ronda de cocteles y tuvimos un muy agradable tiempo platicando y tomando. Lo último que pedimos fue una ronda de caballitos con tequila y estuve a punto de tomar el mío cuando alguien me interrumpió.
- Casi es tu turno, será mejor que te vayas preparando. - Me susurro sorpresivamente Max al oído, asentí y Sam me pregunto qué pasaba.
- Tengo que ir allí. - Le señale el escenario y ella asintió con un sonrisa. Me deshice de la chaqueta que deje sobre el asiento una vez que me puse de píe. Teníamos siete caballitos con tequila en la mesa y, sin dudarlo, tome uno de un solo golpe. Sentí aquel ardor recorrer mi garganta y provocarme una mueca que controle con un poco de limón y sal, exhale el aire que había aguantado y decidí que era hora de irme al escenario pero antes de alejarme suficiente de la mesa escuche a los chicos echándome porras y silbidos pero lo único que lograron hacer fue ruborizarme.
- Ahora, nuestra siguiente concursante es Zoé Miller con “Hurt” de Christina Aguilera. - Anuncio Max en el escenario mientras la sorpresa se reflejaba en mis ojos, no sabía que cantaría esa canción aunque en realidad no tenía idea de que canción cantaría pues Sam estuvo desviando mi pregunta cada que se la hacía pero, en realidad, esa canción era perfecta.

Dougie’s POV

- Ahora, nuestra siguiente concursante es Zoé Miller con “Hurt” de Christina Aguilera.
- ¿Por qué esa canción? - Todos fijamos nuestra vista en Sam después de la pregunta que le hizo Tom, las canciones de Christina Aguilera eran un poco muy difíciles de cantar pues en su mayoría se trataban de forzar su excelente voz con solos que dejaban anonadado al público.
- Ya verán.
- Pero… - Danny quiso decir algo pero nos detuvo Sam al señalar el escenario.
- Observen y disfruten. - Zoé ya se encontraba en el escenario con un micrófono diferente al que usaron en actuaciones anteriores. Era un micrófono clásico vocal con base incorporada en una terminación cromada, era de esos clásicos que se usaban en los años 70’s.
Nos sorprendimos al ver que Max tomaba asiento en el piano que se encontraba en el escenario y comenzaba a tocar la canción que Zoé cantaría, ella inhalo profundamente y comenzó a cantar sin fijar su vista en nadie pues cerro los ojos.

Seems like it was yesterday when I saw your face
You told me how proud you were, but I walked away
If only I knew what I know today

Hizo unos pequeños solos antes de empezar con la siguiente parte en la cual las notas del piano eran graves y fuertes al igual que la voz de Zoé que repentinamente se escuchaba temblorosa.

I would hold you in my arms
I would take the pain away
Thank you for all you’ve done
Forgive all your mistakes
There’s nothing I wouldn’t do
To hear your voice again
Sometimes I wanna call you
But I know you won’t be there
Ohh I'm sorry for blaming you
For everything I just couldn't do
And I've hurt myself by hurting you

Nuevamente bajo la intensidad del piano y la voz de Zoé se ablando al mismo tiempo que tomaba el micrófono con ambas manos, voltee a ver a Sam quien ahora tenía un par de lágrimas en sus mejillas y en los ojos se le podía notar que sentía lo que su mejor amiga estaba sintiendo al cantar.

Some days I feel broke inside but I won't admit
Sometimes I just wanna hide 'cause it's you I miss
And it's so hard to say goodbye
When it comes to these rules

Algo me decía que esta canción estaba siendo dedicada a la familia de Zoé por las lágrimas que comenzó a derramar conforme cantaba.

Would you tell me I was wrong?
Would you help me understand?
Are you looking down upon me?
Are you proud of who I am?
There's nothing I wouldn't do
To have just one more chance
To look into your eyes
And see you looking back
Ohh I'm sorry for blaming you
For everything I just couldn't do
And I've hurt myself, ohh

Zoé por fin abrió los ojos clavándolos en los míos unos cuantos segundos para después mirar al techo y nuevamente regresar la vista a nuestro lugar pero sin fijarse en alguien especial. En ese preciso momento no se escuchaba nada que no fuera su voz inundando la habitación junto con el piano, todos en la habitación se encontraban observándola y admirándola, era increíble la forma en que ella estaba interpretando.

If I had just one more day
I would tell you how much that I've missed you
Since you've been away
Ooh, it's dangerous
It's so out of line
To try and turn back time
Para terminar la canción Zoé bajo la intensidad de su voz hasta convertirla en un susurro dulce pero con pesar y literalmente podías sentir el dolor que la inundaba en esos momentos.
I'm sorry for blaming you
For everything I just couldn't do
And I've hurt myself by hurting you

Unas últimas notas del piano bastaron para dar por terminada la presentación de Zoé. Inhalo profundamente y limpio las lágrimas en sus mejillas. El silencio era tan profundo que se podía escuchar una aguja caer aunque esto no duro ni dos segundos pues el público la ovaciono de pie incluyéndonos a todos nosotros que, a su vez, le gritábamos animosamente. Zoé sonrío y agradeció por la ovación con una leve reverencia, después señalo a Max quien también le estaba aplaudiendo.
- Y ella es Zoé Miller, despidámosla con otra ronda de aplausos. - Ella bajo del escenario con esa radiante sonrisa y regreso a la mesa donde fue recibida con un abrazo de parte de Sam. - En unos minutos más diremos quién es él o la ganadora de este concurso. - Max bajo del escenario y las luces que lo enfocaban se apagaron. El silencio fue rápidamente sustituido por las mezclas que hacia un DJ en una cabina muy cerca del escenario.
- Eso fue increíble. - Dijo Sam encima de la música. Cuando ella soltó a Zoé de aquel abrazo el resto de los chicos se acercó a ella como pudo y la felicitaron de distintas formas: Danny y Harry chocaron sus palmas y puños con ella, Tom la envolvió en un abrazo mientras Ricardo le susurraba algo al oído y literalmente pude sentir esa punzada de celos. Zoé hablo unos segundos con ellos y después se acercó a mí a paso temeroso.
- ¿Y bien?
- Eres increíble. - Dije con una sonrisa para después envolverla en un abrazo, ella me lo regreso pero se paró  de puntillas y me susurro algo que no pude entender muy bien pues nuevamente Max había tomado el micrófono y hablado por el mismo.
- Bien, damas y caballeros, el jurado y yo hemos decidido el ganador de esta noche. - El DJ reprodujo una pista con el sonido de la batería agregándole suspenso al asunto. Zoé se soltó y giro hacia el escenario mientras Sam tomaba una de sus manos entre las dos suyas y le gesticulaba “suerte” sin emitir ningún ruido. - Él, o en este caso, la ganadora de esta noche es… - Dejo suspendido en el aire la última palabra. - ¡Zoé Miller! - Ella fue enfocada por una enorme luz blanca que pudo cejar por unos segundos a más de uno. Los aplausos estallaron por todo el lugar al igual que unos gritos de ánimo, la mayoría por nuestra parte pero parecía que Zoé no había captado que ella había ganado.
- Zoé, ganaste. - Le susurre y ella giro bruscamente golpeando mi cabeza, específicamente mi frente.
- Oh, lo siento.
- No te preocupes, anda, ve por tu premio.
- Pero Doug…
- Anda ve. - La empuje levemente por la espalda baja con mi mano libre pues la otra cubría la parte en la que había recibido el golpe. Ella camino hacia el escenario pero sin perderme de vista. Subió con ayuda de Max quien la abrazo para después entregarle un trofeo con un micrófono dorado en la parte superior, también le entrego un pedazo de papel rectangular que tenía impreso “free drinks” en él. Zoé agradeció con una sonrisita y un asentimiento leve de la cabeza, después se apresuró a bajar del escenario y caminar hacia nosotros, en realidad, hacia mí después de dejar su trofeo en la mesa que fue observado por Sam y Tom.
- Déjame ver. - Retiro mi mano cuidadosamente de mi frente y observe por unos segundos, después se acercó a mi oído y susurro en el mismo: - Hay una puerta justo al lado del escenario, esta te guiara a un pequeño balcón. Espérame ahí y te pondré un poco de hielo, se está inflamando. - Asentí cuando me miro a los ojos y después me regalo una sonrisa, acaricio mi mano levemente para después soltarla y dirigirse a su bolso sacando su cajetilla de cigarros junto con su encendedor, los guardo en uno de los bolsillos de sus pantalones que al ser tan ajustados se marcaron los dos rectángulos. - Sam, toma esto. - Le dio el boleto y le dijo algo que no pude entender muy bien pero ella asintió y no hubo alguna clase de protesta. Zoé se dirigió hacia el bar donde se encontró con Max y hablo con él por unos segundo. Hice lo que me pidió pero antes de dejar la mesa Harry y Danny me detuvieron.
- ¿A dónde vas?
- Saldré a fumar, no me tardo. - Ambos asintieron pero Danny me observo por unos segundos de más.
- ¿Qué te paso en la frente?
- Me golpee accidentalmente con la cabeza de Zoé.
- Vaya, será mejor que te pongas algo.
- Estoy en eso. - Le di una palmada en el brazo y me dirigí a aquella puerta, cuando salí me sorprendí al ver que se encontraba completamente solo y tenía una hermosa vista hacia el mar. Después de unos minutos llego Zoé con una compresa de gel en una mano mientras encendía el cigarrillo entre sus labios con la otra. Levanto la vista hacia mí y cuando estuvo a solo dos pasos, yo cerré completamente la distancia entre nosotros.

Zoé’s POV

Cuando llegue al bar me topé con Max.
- Max ¿Me podrías prestar una toalla y regalarme unos cuantos hielos?
- ¿Qué paso?
- Le pegue a uno de mis amigos por accidente y se le está inflamando.
- Oh, en ese caso tengo algo mejor que eso. - Fue a la parte trasera del bar por unos cuantos minutos y regreso con una compresa de gel congelada. - Esto será de mucha ayuda.
- Gracias, en unos minutos te la regreso. - Cuando estuve a punto de marcharme el me detuvo tomándome por la muñeca.
- Es probable que no nos volvamos a ver pero me encantaría que pudiéramos hablar.
- Oh, por supuesto. Podríamos ir a desayunar el jueves antes de que salga nuestro vuelo ¿Está bien?
- Suena excelente ¿Dónde nos vemos?
- ¿Te parece bien en el Mocambo?
- Suene excelente ¿A las diez?
- Genial, nos vemos ahí. - Me despedí y camine hacia el balcón, Dougie tenía la mirada perdida en el mar pero al escucharme giro en mi dirección. Antes de acercarme más, tome un cigarrillo colocándolo entre mis labios para poder encenderlo con la mano libre. Guarde el encendedor de nuevo en el bolsillo de mi pantalón y me acerque a él levantando mi vista hacia él. - Aquí esta… - Antes de que pudiera decir nada mas Dougie arrebato el cigarrillo de mi mano y lo tiro, después tomo mi cintura acercándome lo más posible a él y me beso. Decidiendo que ya habíamos esperado demasiado, deje caer la compresa al suelo y envolví su cuello con ambas manos mientras jugueteaba con su cabello. Sonreí contra sus labios y él hizo lo mismo. Ahora fui yo quien cerró esos milímetros entre nuestros labios volviéndolo a besar una y otra vez hasta que mis labios comenzaron a arder. Me planto otro dulce beso y pego su frente contra la mía mientras sostenía mi rostro entre sus manos, yo baje las mías a su pecho y comencé a jugar con el rosario chino que traía puesto.
- He esperado casi tres meses y medio para poder hacer esto. - Asentí contra su frente y solté una risita nerviosa. - Mírame. - Abrí los ojos para poder hacer lo que me había pedido y me perdí en su mirar. - Mañana tú y yo tendremos una cita.
- Pensaba que la tendríamos hasta el final del tour.
- Puede esperar un día más pero no un mes. - Reímos y tuve ese impulso de besarlo nuevamente pero él me freno.
- Tendrás que esperar un poco más.
- Pero…
- Lo siento.
- Ugh. - Dije mientras me soltaba de sus brazos. - Ahora, tu frente.
- No me duele, enserio.
- Pero está un poco inflamada. - Recogí la compresa del suelo y sentí que se había derretido un poco gracias al clima que estaba un poco cálido ¿O esa era yo? No, definitivamente era clima. No tuve que ponerme de puntillas para alcanzar su frente gracias a las zapatillas. Dougie se quejó por lo bajo cuando el frio toco su piel. Comencé a sentir mareos repentinos, efecto de haber tomado aquel tequila y las otras bebidas que habíamos ordenado, necesite aferrarme al borde de la barda que separaba al balcón del vacío.
- ¿Estas bien?
- Solo un poco mareada, ya sabes, el alcohol. - Entramos después de unos minutos y le entregamos la compresa a un chico que estaba en la barra pues no había señal de Max. Regresamos a la mesa topándonos con que no estaban ni Danny ni Sam.
- ¿A dónde fueron?
- A bailar. - Tom tuvo que gritarme la respuesta pues difícilmente se escuchaba alguna otra cosa que no fuera la música. Pedimos más bebidas y comenzaba a subir la subida del alcohol pues me reía cada vez más por cualquier idiotez. La noche acabo pasadas las dos de la mañana. Sam fue quien manejo pues era la conductora designada.
Dougie me ofreció su hombro de apoyo para caminar hasta la salida pues caminaba torpemente y me tropezaba con cualquier escalón.  Subimos a la camioneta y no dure más de cinco minutos despierta.

Dougie’s POV

- Tomo demasiado ¿No creen? - Pregunto Tom una vez que Zoé cayó dormida en el asiento continuo al de Sam. Llevábamos media hora de camino y todos nos encontrábamos lo suficientemente estables pues en realidad no habíamos tomado mucho.
- Nunca había tomado tanto. - Dijo Sam cuando abrió el portón con el control inalámbrico. Estaciono el auto delante de la casa y todos bajamos.
- Yo la llevare a su habitación. - Dije y los chicos asintieron, después se fueron a sus respectivas habitaciones.
- Me iré adelantando. - Me aviso Sam y yo asentí un par de veces. Tome a Zoé en mis brazos cargándola como si fuera una princesa, su cabeza se acomodó en mi hombro y soltó un suspiro. Con la cadera empuje la puerta del auto para que cerrara. Camine cuidadosamente hasta su habitación y la recosté en su cama, le quite las zapatillas dejándolas al lado de su armario, después la cubrí con la colcha, esa se removió un poco para después acomodarse en posición fetal.
- Gracias. - Dijo Sam a mis espaldas, gire hacia ella e inhale profundamente.
- Sam, necesito tu ayuda.

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